miércoles, 19 de octubre de 2011

Heliocentrismo


Aunque el parasol sea el centro aparente de la imagen, en realidad lo es la luz solar. Una luz que ilumina y desdobla en sombras las varias historias que por unos momentos comparten calma y contemplación. El mar  absorbe y refleja miradas y  esa  luz  que le da profundidad y movimiento.
 La escena, vista desde fuera, es al mismo tiempo íntima y abierta; banal y asombrosa. Como también puede decirse que es banal y asombroso el mundo del que forma parte. Tan pequeño para lo que llamamos Universo (?) y tan único  para nosotros.

2 comentarios:

  1. Parece una escena de los años 30. Parece que todo el mundo está diciendo: Yo no sé nada, ni del mar contaminado ni del sol que quema hasta las plantas, etc, etc. ¡Qué majos somos los humanos, sobre todo en vacaciones!

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  2. Cierto. También. Pero en ciertos momentos cualquier rincón de la naturaleza atrae , absorbe incluso a los que lo joden. Y a los que no se enteran. Por eso es compatible tantas odas a la "Naturaleza" y tantas ganancias y comodidades a su costa. Así es. Bueno. Yo quise fijarme sólo, enfocar, el momento de asombro ante "ella"

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