Las gafas y lo reflejado en ellas casi nos impiden ver su cara, así que la expresión de la boca resulta ambigua. Parece haber hecho de esos cristales su escondite, un refugio. Y desvía así las miradas hacia su buscada y personal elegancia.
Todo en su vestuario da la impresión de haber sido elegido con cuidado y colocado de una forma y en un ángulo nada casuales. Cubriendo y luciendo al mismo tiempo su edad.
Es la imagen de una mujer que quiere verse y mostrarse elegante. Probablemente más lo primero que lo segundo. Sentimos ante ese rostro semioculto y esa figura que tanto nos sugiere y tan contradictoria, respeto e interés. Aunque una y otra vez intentamos quitarle las gafas para poder verla realmente, para reconducir nuestra mirada hasta los ojos que oculta. La imagen no nos deja. Probablemente la mujer tampoco.
Todo en su vestuario da la impresión de haber sido elegido con cuidado y colocado de una forma y en un ángulo nada casuales. Cubriendo y luciendo al mismo tiempo su edad.
Es la imagen de una mujer que quiere verse y mostrarse elegante. Probablemente más lo primero que lo segundo. Sentimos ante ese rostro semioculto y esa figura que tanto nos sugiere y tan contradictoria, respeto e interés. Aunque una y otra vez intentamos quitarle las gafas para poder verla realmente, para reconducir nuestra mirada hasta los ojos que oculta. La imagen no nos deja. Probablemente la mujer tampoco.
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