martes, 10 de abril de 2012

Cuerpo y piel



 La primera impresión es la de que ambas imágenes son semejantes: el tul oscuro jugando con la luz y las sombras sobre la piel y los cabellos. Sin embargo, en una de ellas, el cuerpo está en una especie de movimiento inestable y contenido y en la otra se ha deslizado, como olvidado de sí mismo. Y sin embargo sabemos que no olvida la mirada de la cámara.
Decir "cuerpo" y "piel" puede hacernos olvidar que esa piel, ese mapa de infinitas terminaciones nerviosas, pone en contacto el interior de una persona con todo lo que le rodea. Delimita y dibuja un organismo único e irrepetible. Como lo es esta belleza estilizada tan diferente de la belleza de otros momentos de la vida.
Nos alejamos del escondite donde siguen jugando luces y sombras con la piel y el tul que la matiza.

viernes, 6 de abril de 2012

La cuadrilla


Cuatro hombres, cuatro expresiones diferentes, cuatro posturas: un momento de descanso en un lugar y desde una perspectiva no habitual para ellos. Risueños, excepto el que intenta esbozar una sonrisa convertida en mueca. Si miramos más detenidamente, sus caras manifiestan cierto distanciamiento, cierta perplejidad pero también el convencimiento de haberse ganado esa tregua.
Los cuatro, con los cascos -la forma en que lo sostiene uno de ellos seguro que tiene su historia-, sus chalecos y su ropa, nos muestran la distancia que los separa de la fachada, de sus balcones de elaboradas cornisas. Pertenecen a otros mundos aunque construyan también ése y forman una imagen que expresa a la vez dureza, bienestar, descanso y trabajo.